La distinguida elegancia, la plenitud y el encantador carácter tenso del Château Romassan Rosé son el resultado de un meticuloso cuidado de la vid y de la vinificación. Cada parcela se trabaja de acuerdo con sus cualidades intrínsecas, pero todas las vides crecen en terroirs típicos de Bandol: suelo árido (caliza, arenisca y marga arenosa) y clima excepcionalmente seco y soleado.
Estas características hacen que la Mourvèdre, la uva protagonista de este coupage, desarrolle todo su potencial y aporte solidez, estructura y gran capacidad de envejecimiento. Se complementa con la textura corpulenta de la Garnacha, la suavidad de Cinsault y, por su pequeño aporte, la redondez frutal de Syrah.
Su color rosa pálido, etéreo, teñido de oro o naranja, libera un ramo de frutas cítricas y flores blancas de huerta. En boca, el efecto inmediato es vivo y brillante, revelando notas de pomelo rosa, fruta carnosa y, una vez que el vino ha tenido la oportunidad de respirar, toques de tarta de frutas. El final es complejo y duradero.
