En el comienzo era un descampado. En 1996 la ruta 89, actualmente una de las principales arterias del Valle de Uco, era un río seco y hacia el oeste no había otra cosa que pedemonte poblado de jarillas y espinos hasta la cordillera.
Con la salvedad de unos pocos cultivos en la vieja estancia San Pablo, lo que sería con el tiempo una de las regiones más prominentes del Valle de Uco era, cuando desembarcó Salentein, un paisaje prístino.
Este 2023 Salentein cumple 25 cosechas. En ese tiempo plantó 1000 hectáreas de viñas en altura, y construyó dos bodegas monumentales. Salentein propiamente fue y sigue siendo un hito arquitectónico con un restaurante, un wine bar, una galería de arte y una capilla.
En ese cuarto de siglo, la empresa pasó de ser el sueño del empresario holandés Mijndert Pon a la realidad conducida por sus hijos, Frederike y Ben Pon, con medio millar de empleados.
A pesar de que es un pestañeo en términos temporales para el negocio del vino, hoy Salentein Family of Wines elabora 17 millones de botellas y exporta a 45 países el 30% de su producción.
Frederike Pon, dueña de Bodegas Salentein junto a los invitados.
Además, embotella vinos de terroir provenientes de lunares específicos, como la línea Single Vineyard y Primus, mientras que algunas de sus marcas, como Salentein Reserve, Portillo y Killka, conquistaron el corazón de los consumidores argentinos, entre blancos, tintos y espumantes.
Pero ninguna compañía vive de los logros históricos. Algo que tienen sobradamente claro quienes conducen hoy Salentein, tanto en la dirección ejecutiva bajo la tutela del Managing Director Juan Molina, como en lo enológico, con la dirección de José Galante y los enólogos Jorge Cabezas y Gabriela García, junto con el jefe de agronomía Diego Morales.
“Nuestra visión se centra en mirar hacia adelante, en las generaciones futuras. Capitalizamos estas 25 cosechas como la base para los próximos 100 años y más allá, con orgullo y satisfacción por el trabajo realizado. Como familia, agradecemos a esta tierra y seguimos invirtiendo en viñedos, en tecnología de punta y en el capital humano que es lo más importante”, comentó Frederike Pon, dueña de Bodegas Salentein.
Siempre apostando al futuro
Desde 2020, Salentein lleva adelante un ambicioso plan de replante en unas 300 hectáreas, muchas de las cuales estaban incultas y suponen el corazón de los grandes vinos del futuro.
En efecto, entre las cotas 1400 y 1600 sobre el nivel del mar desarrollaron nuevos viñedos sobre suelos ricos en yeso y carbonatos. En quebradas y cerros en esta terraza fría, bordeada por castaños centenarios, late el futuro de los grandes vinos de la compañía: Chardonnay y Pinot Noir, principalmente, pero también Malbec y otras uvas con las que quieren explorar la región.
Para conocer el sabor de estos páramos de altura, la línea Salentein Single Vineyard supone el camino ideal. Más aún desde la fresca cosecha 2021 cuando hubo un ajuste estilístico, tanto en el punto de madurez como en las crianzas. Un ejemplo perfecto es Salentein Single Vineyard Las Sequoias Chardonnay 2021, pero no es el único.
El equipo enológico completo: Diego Morales, Gabriela García, Pepe Galante y Jorge Cabezas
“En estas 25 cosechas hemos atesorado aciertos y aprendido de los errores. También hemos aprendido a conocer profundamente un nuevo terruño y generar una cultura propia para trabajarlo. Lleva tiempo: hemos realizado muchos estudios de suelos, microclimas y clones, que, sumados a nuestra experiencia en el lugar, nos están permitiendo lograr vinos con una expresión precisa y acabada”, define Jorge Cabeza, Senior Winemaker de Salentein.
La yesera, una serendipia
Una serendipia es un hallazgo fortuito y valioso, es decir, algo que se descubre sin querer y que se demuestra tanto o más relevante que lo que uno estaba buscando. Eso es exactamente lo que sucedió con el yeso en los viñedos de Salentein en la IG San Pablo, de la que la compañía fue una de las fundadoras.
Queriendo entender qué tipos de suelos distinguían a ciertos viñedos, realizaron un exhaustivo estudio sobre toda la propiedad. Buscaban suelos ricos en carbonatos de calcio, que ofrecen luego texturas distintas en los vinos, pero dieron con suelos ricos en sulfato de calcio con origen volcánico.
Esa fue la serendipia que les permitió repensar los cultivos de altura, ya que las concentraciones son crecientes a contar de los 1400 metros, combinados con materiales finos, como limo.
Los viñedos más altos y en las zonas más frías están plantados sobre suelos de yeso. Hasta ahora, más que un efecto nutricional se evidencia uno en los aportes de agua y en el pH de los suelos.
Desde la bodega desarrollaron nuevos viñedos sobre suelos ricos en yeso y carbonatos.
Entre tanto, el equipo técnico puso el ojo en otras regiones del mundo con suelos de este tipo. Particularmente en Rioja Alavesa, cuyos tintos están definidos por este carácter, para fijar un norte de inspiración.
El agrónomo Diego Morales se entusiasma: “Ahora que conocemos los patrones de suelos al detalle, podemos empezar a trabajar con mayor precisión las uvas para cada estilo y variedad”, dice.
La nueva cara de la posada
Parte de los festejos por las primeras 25 cosechas de Salentein involucran un relanzamiento de la posada de la bodega. Ubicada dentro de la principal finca, conocida como La Pampa, Posada Salentein es un vergel rodeado de árboles, como castaños, nogales, cedros y abedules. El pasto es un lujo en este punto del desierto, algo que el ojo agradece. Renovadas, las habitaciones de la posada son espaciosas.
Como novedad, el chef Matías Gil Falcón es el nuevo encargado de la gastronomía para Restaurante Salentein y el rebautizado espacio de la posada: Restaurante San Pablo Cocina de Origen. Entre los servicios que ofrecen, la nueva gestión propone desde desayunos a comidas a la carta, tanto para huéspedes como para quienes la visiten durante el día.
En eso, el equipo de Gil Falcón, saca provecho de las fincas y su entorno con productos zonales y de estación.
Matías Bauzá Moreno en los festejos de la bodega.
Esta nueva dirección gastronómica también aggiornó la propuesta del Restaurante Salentein con un menú sofisticado y elegante, que los visitantes pueden maridar con los diferentes vinos de la bodega.
25 cosechas de Salentein en las copas
Con motivo de las 25 añadas de Salentein, la bodega organizó el tasting de 25 vinos que repasan su historia con algunas añadas históricas de la casa.
Entre ellas se descorcharon Salentein Primus Pinot Noir 2001, Salentein Single Vineyard Chardonnay 2012, Primus Chardonnay 2015 y 2018, Salentein Single Vineyard Pinot Noir 2010 y 2013, los Malbec Single Vineyard La Pampa 2011, Single Vineyard El Tomillo 2021 y Primus 2010, también Salentein Primus Cabernet Sauvignon 2012 y 2016 y la primera añada del Gran Valle de Uco, la del 2011.
Pero más allá del placer de probar estas gemas de la vitivinicultura argentina, el ejercicio sirvió para repasar un porfolio exquisito del que recomendamos las siguientes etiquetas para comprender el pasado, presente y futuro de Salentein:
Salentein Reserva. Esta línea es el core de Salentein y está compuesta por varietales que elaboran con uvas cosechadas en fincas del Valle de Uco, ubicadas entre los 1050 y 1700 metros de altura. Sin dudas su Malbec es siempre una apuesta segura pero también hay que ir por el Pinot Noir, el Chardonnay y el delicado Corte de Blancas.
Salentein Numina. Estas etiquetas abren el porfolio de lujo de la bodega y expresan la complejidad y elegancia características del trabajo de Pepe Galante y Jorge Cabeza, con un plus de energía que los convierte en vinos ideales para guardar en la cava. Actualmente, los highlights de Numina son, sin dudas, el Cabernet Franc y el Gran Corte.
La bodega organizó el tasting de 25 vinos que repasan su historia con algunas añadas históricas de la casa.
Salentein Primus. Esta fue la primera línea de vinos ícono de Salentein y siempre se elaboró con uvas de parcelas seleccionadas de viñedos que expresan la mejor adaptación al terruño. Cada varietal es elaborado únicamente si las condiciones de la cosecha aseguran un resultado extraordinario. Si bien el Malbec es el más celebrado, no hay que desatender al Cabernet Sauvignon y mucho menos al Merlot, que en los años en que se embotella suele ser espectacular.
Salentein Single Vineyard. Esta es una línea de vinos varietales elaborados a partir de parcelas únicas de las fincas más importantes de Salentein. Aquí el trabajo se enfoca en la expresión más precisa de cada varietal, de acuerdo al terroir donde se cultiva. Es una colección de vinos esenciales para paladares exigentes compuesta por cinco vinos de la Indicación Geográfica San Pablo: el Sauvignon Blanc del viñedo Los Nogales a 1500 msnm, el Chardonnay del viñedo Las Secuoyas a 1600 msnm, el Pinot Noir del viñedo Los Jabalíes a 1400 metros, y dos Malbec, uno de Finca La Pampa a 1300 msnm y otro de Los Jabalíes. Además, Salentein Single Vineyard se completa con un Malbec del viñedo El Tomillo, que se encuentra en el corazón de la IG Paraje Altamira, a 1075 msnm.
Gran VU. Sin dudas, este corte de Malbec y Cabernet Sauvignon, cuya primera cosecha fue la de 2011 y la última en llegar al mercado la de 2018, resume los años de trabajo de Salentein en los viñedos del Valle de Uco y la evolución de su mirada sobre el terroir.
Fuente: https://vinomanos.com/2023/04/25-cosechas-de-salentein/