La trayectoria legada de sus antepasados, siempre orientada a la excelencia, y con un perfil empresarial del siglo XXI, cuentan con más de 5.000 clientes. Con el fin de estar más cerca del consumidor final, la familia acaba de inaugurar su nuevo proyecto: La Vigne. Una tienda boutique en Carrasco – Costa Rica 1740 – en uno de los nuevos locales construidos, a media cuadra de Arocena, donde antes estaba el antiguo cuartelillo de bomberos.
“El concepto propuesto suele ser utilizado más en el exterior y menos visto en nuestro mercado” dice Gabriel Sánchez CEO de Moldes Ruibal que junto con Fabiana Blanco gerente de marketing y el arquitecto Víctor Alcuri, formaron el equipo que tuvo a su cargo diseñar el interior, así como el mobiliario y la decoración de la tienda especializada.
El salón todo vidriado y con la temperatura adecuada para la buena conservación de todos productos, es amplio y cuenta con dos sectores bien definidos. Ingresando a la derecha es la zona de vinos, un rubro en que la empresa se ha destacado representando bodegas de alto nivel como: Catena Zapata, Salentein y Nieto Senetiner de Argentina. De Chile representan a Viña Vik, Viña Ventisquero y Lapostolle Wines. También de Europa se ven botellas en los anaqueles, más que nada, de los grandes países productores del sur: Italia, Francia, España y Portugal, donde la oferta de Champagne de lujo marca la diferencia. Una mesa larga, con lugar para 10 participantes, invita a disfrutar de una copa y probar las nuevas etiquetas que se van incorporando al porfolio.
El ala izquierda se destina a una variada gama de productos de grandes marcas como el agua mineral y la línea de gaseosas italianas San Pellegrino; el gin Nordés de origen gallego; el ron Flor de Caña de Nicaragua o el licor alemán de hierbas Jägermeister. Al fondo, una barra bien provista que incluye un equipo para café recién molido sirve para agasajar a sus clientes.
La Vigne, surge primero como una tienda digital, aunque según explica Gabriel Sánchez:” Esta es una forma muy superior de informar al cliente. Porque la relación con la pantalla es impersonal. O sea, ¿cómo se puede transmitir la historia que hay atrás de un vino o de un café. Contar de sus virtudes, de quienes lo elaboran, y otras características que lo virtual no puede contestar…, es mucho más fácil si lo haces de manera personal”. Y agrega… “Si hay algo que me importa mucho es la evolución. Es un concepto que me parece muy válido y necesario para la vida misma. Hay que evolucionar, uno tiene que adelantarse, porque la permanencia en la gestión o en las políticas comerciales no ofrecen futuro”.
Aplaudimos con entusiasmo esta nueva apuesta de una empresa que no cesa de crecer y que en esta etapa decide acercarse al consumidor con toda gama de marcas de vinos, destilados, aguas minerales, gaseosas, conservas y alimentos. Recomendamos visitar la La Vigne y vivir una experiencia de compra diferenciada.
Fuente: https://www.catadores.net/