Un Capítulo Uno para descubrir los buenos vinos; el Capitulo Dos para explorar la diversidad de esta bebida; el Capítulo Tres, para entender que la maestría hace al estilo; y el Capítulo Cuatro, para cautivar con vinos que son lo mejor de cada año, es la propuesta de la enóloga Agustina Hanna, quien dirige la bodega desde 2020.
Los vinos del Capítulo Uno representan el primer paso que dan los amantes del vino hacia este mundo: sin guarda en madera, con precisión varietal e intensidad de fruta y puerta de entrada a los sabores auténticos; vinos honestos, nobles y amables, ideales para quienes recién empiezan a escribir su propia historia, “vinos en los que la fruta te va a buscar a vos”, según Hanna.
Integran esta línea un Chardonnay 2022, Valle de Uco; un Malbec 2021, Luján de Cuyo y Valle de Uco; y un Cabernet Sauvignon 2021, Luján de Cuyo.
En el Capítulo Dos se descubrirá la fascinante diversidad de varietales, poniendo foco en su expresión y energía; vinos diferentes, blancos, cortes, tintos con distintas expresiones, algunas variedades menos conocidas como la Garnacha o el Petit Verdot y hasta un vino orgánico de Valle de Uco.
La magia de este capítulo se centra en el juego entre la técnica y la expresión varietal para lograr versatilidad; al combinar diferentes terruños y elegir con precisión el uso de distintas técnicas se obtienen “vinos con texturas y una nueva energía”, como los define Hanna.
Son nueve vinos: Corte de Blancas 2022, 60-40% Sauvignon Blanc y Semillón, Valle de Uco; Chardonnay 2022, Valle de Uco; Garnacha 2021, Luján de Cuyo; Pinot Noir 2021, Valle de Uco; Malbec 2021, Luján de Cuyo y Valle de Uco; Malbec Orgánico 2021, Luján de Cuyo y Valle de Uco; Cabernet Franc 2021, Gualtallary en Valle de Uco; Cabernet Sauvignon 2021, Luján de Cuyo; y Petit Verdot 2020, Luján de Cuyo.
En Capítulo Tres la mano de Hanna es la protagonista, eligiendo una técnica específica para cada variedad y región que le permite revelar lo mejor de cada vino; al conectar con el lugar y combinando métodos de elaboración se logran diferentes estilos, inclusive con una misma variedad.
Los vinos de este capítulo son Chardonnay 2021 de Los Chacayes, Valle de Uco, fermentado en barricas; Malbec Infuso 2021 de Los Árboles, Valle de Uco, de cosecha temprana y elaborado con técnicas de infusión; Malbec de Anforas 2021 de Gualtallary, Valle de Uco, fermentado y criado en ánforas de concreto; Malbec Centenario 2021 de viñas viejas de Las Compuertas, Luján de Cuyo, y Villa Bastías y El Cepillo, Valle de Uco; y Co-fermentado 2021, 60-40% Malbec y Cabernet Franc de Valle de Uco, cofermentados al punto de madurez del Malbec.
El Capítulo Cuatro busca mostrar lo mejor de cada año, el poder de la pureza de la fruta en su máxima complejidad, su máxima expresión, profundidad y elegancia, en partidas muy limitadas de 2.500 botellas.
En Ruca Malen, un tercio de las uvas provienen de Luján de Cuyo y dos tercios de Valle de Uco.
En Agrelo, Luján de Cuyo, está la única finca propia de Ruca Malen.
Plantada 1998, cuenta con 20 hectáreas con Malbec, Cabernet Sauvignon, Petit Verdot, y unas hileras de Garnacha, recién plantadas.
El foco en esta zona está puesto en lograr vinos con buena madurez que expresen su personalidad a través de la fruta roja, con taninos dulces y pulidos y vinos de buen volumen y profundidad.
En Valle de Uco trabajan con casi 30 productores desde Tupungato a San Carlos, pasando por Tunuyán; Gualtallary, Los Árboles y Los Chacayes, como también la Consulta, el Cepillo y Altamira.
Ruca Malen balancea la expresión madura, amplia y suave de Luján de Cuyo con las frutas frescas y bocas jugosas del Valle de Uco, para subrayar uno u otro carácter de acuerdo al año, la variedad y el estilo que propone para cada uno de sus vinos.
Ruca Malen nació como una bodega abierta: Ese espíritu original vuelve a brillar hoy con un flamante restaurante abierto al público y un wine bar y wine shop.
En 1998, dos valientes emprendedores amantes del vino fundaron una bodega en Agrelo, Luján de Cuyo, con el objetivo de elaborar vinos de alta gama; siguiendo el espíritu de la época y echando mano de una leyenda originaria decidieron llamarla Ruca Malen, “la casa de la joven”.
Al diseñar las nuevas etiquetas se buscó que transmitieran la delicadeza y el atrevimiento de la mujer de la leyenda que dio origen a su nombre.
Ruca Malen significa la morada de la joven y nace de una leyenda de una joven que desafió el mandato de los dioses y elevó su mirada al cielo; enamorada de un dios -por cierto amor imposible-, es correspondida por ese amor y recibe de él una morada como regalo.
Para diseñar el rostro de mujer de las nuevas etiquetas de Ruca Malen se convocó a Antonio Sarelli, un artista plástico nacido en Mendoza, y quien ahonda en su vasto trabajo en el rostro de la mujer.
Fuente: https://www.rinconbonvivant.com.ar/