Uno de los jóvenes enólogos más reconocidos de la región visitó por estos días Montevideo y entre charlas, copas y visitas a bodegas uruguayas , habló con El País sobre su amor por los viñedos, sus inicios, el emblemático tannat charrúa y más.
Santiago Mayorga es argentino y desde 2019 figura entre las 50 personalidades más influyentes del mundo del vino. Fue en ese año que en el marco de la premiación de The Future 50 a las 50 personalidades más influyentes del mundo del vino y las bebidas espirituosas, que seleccionaron a un grupo de jóvenes profesionales (menores de 40 años) considerados promesas dentro de la industria por los aportes realizados desde su labor.
El enólogo argentino fue uno de los que conformó la lista final y admite que este reconocimiento llegó algo de sorpresa: recibió un mail de los organizadores, que son la publicación International Wine & Spirit Competition (IWSC) y la escuela The Wine & Spirit Education Trust (WSET), y tuvo que responder algunas preguntas. “En ese mail me decían que habían hecho un relevamiento y yo había sido seleccionado dentro de un número de personalidades influyentes. Luego me avisaron que quedé entre los 50 elegidos. Se ve que en ese momento estaba trabajando en algo que marcó lo que ellos evaluaban y quedé en la lista”, explicó.
El joven, nacido en el departamento mendocino de Godoy Cruz, agregó: “Quizá me dan un poquito de vergüenza estas cosas, pero como siempre digo, en realidad suman un montón y es lindo que reconozcan mi trabajo, porque cuando uno trabaja con pasión, haciendo lo que le gusta y haciéndolo bien, el mundo te ve”.
Una nueva generación de enólogos que se enfoca en compartir.
Consultado acerca del aporte que hace la nueva generación de enólogos, Santiago opinó que algo sumamente valioso es la cofradía.
“Nos distingue que somos todos muy amigos, muy colaborativos, abiertos. Somos muy de ponerle una impronta personal a lo que hacemos y si bien somos lo que somos porque existió lo anterior, hoy se comparte más. Antes había un estilo de vino más marcado por el consumidor, actualmente hay más creación interna en la bodega. Es muy valioso el aporte de las generaciones anteriores, pero también hay que valorar que hoy hacemos cosas que antes no se veían: hay nuevos varietales, zonas nuevas, formas de elaboración, otros estilos de vinos, que son muy respetables y respetados. Hoy tenemos muchas charlas, compañerismo, está la posibilidad de hacer muchos viajes que es algo que te abre mucho la cabeza y te brinda la chance de hacer más cosas nuevas”, dijo.
Los comienzos, desde una infancia entre viñedos.
Santiago tiene 43 años y está ligado al mundo del vino desde que tiene recuerdos. Creció en la provincia argentina de Mendoza, y contó: “Allí el vino es muy importante, todos de alguna manera tenemos una relación con eso. Mi padre es ingeniero agrónomo y trabajaba en el área, entonces yo desde chiquito, sobre todo cuando tenía vacaciones, iba con él a las fincas. Por lo menos desde que tengo seis años voy a los viñedos”.
Al crecer, tuvo que decidir qué hacer con su vida y aunque era adolescente y no lo tenía 100% claro, sabía más o menos por dónde iría: “A esa edad, cuando tenés 17 y recién estás terminando el colegio secundario, no sabés muy bien, poro yo ya veía que me gustaba la mezcla de biología, de ciencia, de naturaleza, por lo que me decidí por la agronomía”, recordó.
Aquel niño que corría por los viñedos creció y se formó en la Universidad Nacional de Cuyo en Ingeniería Agrícola, con un posgrado en Gestión de la Calidad de la Vid. Inició su carrera con su padre, con viñedos en Mendoza pero también en otras partes del su país, como Neuquén o La Rioja. Luego, hacia 2003, comenzó a trabajar en la bodega boutique Mendel Wines. En 2013, Santiago se sumó a Nieto Senetiner y posteriormente con la marca Cadus Wines.
Además del reconocimiento que lo posicionó entre los 50 jóvenes más influyentes en el mundo del vino, también fue reconocido en 2016 por la revista Wine Enthusiast como uno de los enólogos de la “Now Generation” que están marcando el rumbo de la industria del vino argentino.
En 2017, el argentino fue elegido como Young Winemaker of The Year por Tim Atkin en su informe anual y como parte de los “10 Winemakers to Watch” en la edición sudamericana de la revista Decanter de Octubre de 2018.
El vino uruguayo.
Invitado por La Vigne , Santiago estuvo en Montevideo los últimos días de mayo y su agenda estuvo cargada: participó en charlas, cenas, visitó bodegas. Trajo varios de los malbec que elabora y también se hizo un tiempo para probar algunos vinos locales.
“Es la primera vez que vengo a Uruguay, pero por supuesto ya había probado vinos uruguayos. Me parecen muy interesantes los blancos y me gusta mucho el albariño. A nivel de los tintos, siento que con el tannat están teniendo un camino de mejora, porque al principio era un vino mucho más astringente, más rústico, y hoy en día el tannat es mucho más elegante”, sostuvo.
Para el enólogo, al igual que sucede en Argentina, Uruguay “va por muy buen camino” en lo que respecta al mundo del vino debido a que el trabajo se enfoca mucho en “la calidad y en la diversidad. En Uruguay, por ejemplo, no es que tengas solo tannat, hay muchos más vinos y la verdad es que me gustaría poder estar más tiempo acá para conocer más”.
Fuente: El País